Última parada, Ankara

Sí, durante el finde del puente también visitamos la capital... es que pasábamos por allí.


Ankara no tiene nada que ver con Estambul, son como ciudades de dos países diferentes. La primera tiene grandes avenidas, la segunda no. La primera tiene edificios que parecen de algún país comunista, la segunda no. La primera es más Asiática, la segunda más Europea... y podría seguir y seguir comparando, pero sería aburrido. Resumen, y como le diría a mi madre turca: Estambul bonita, Ankara fea :)

Allí visitamos el Mauseleo de Atatürk, padre de la patria turca (hablar de este personaje me va a permitir llenar varios posts), que no está mal. Visitar un sitio que engrandece tanto a un persona no tiene precio... sobre todo si vas buscando mensajes subliminales o no tan discretos dentro del museo dedicado a su persona.

Pero no todo Ankara es Atatürk. Existe un pequeño casco antiguo, dentro de unas murallas, donde la gente vive como se vivía en esta ciudad antes de hacerla capital del país, y pasar a tener 5 millones de habitantes. Sólo entrar dentro de la ciudadela, tienes a un montón de niños que vienen para enseñarte el barrio, para luego, pedirte dinero, y si no les das, te amenazan con una pistola de mentira... qué graciosos estos futuros delincuentes. Desde la ciudadela se puede ver toda la ciudad, un barrio inmenso a un lado que parece un barrio de favelas. Lo mejor fue momento llamada al rezo, que nos pilló allí arriba disfrutando de las vistas.

Y poco más, luego vuelta a Estambul. 9 horas de viaje para 400 kilómetros, y eso que hay autopista, pero claro, toooodo el mundo volvía del puente.

Mañana más.

Güle güle!!